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Cielo parcialmente nublado; afuera no sé.

sábado, 30 de junio de 2012



Te mantendré encerrado en mi mente hasta que nos volvamos a ver.




Me gustaría hablarte de la infranqueable distancia que nos separa y desde la complicidad cotidiana que nos une.

Me encantaría volverte a escuchar, hablar de tus paranoias, ilusionarme con tus sueños, mostrarme nuevas canciones, percibir cada una de ellas.

Quisiera decirte como solíamos matar las horas queriéndonos.

Quisiera decirte como le extraño.

Quisiera decirte como es cuando suspira y pronuncia mi nombre con galantería, y sonríe, brilla solo para mí.

Quisiera decirte como es de bonito sentir su presencia.

Quisiera decirte que la memoria no calla, recuerda…. Como yo recuerdo todas las conversaciones las leo y releo, temblando y sonriendo.

Quisiera decirte como es su voz, su acento tan inigualable.

Quisiera decirte que me siento amada, esperada aun en la distancia.

Quisiera contarte sus chistes malos, pero que los contaba con total gracia.







Quisiera decirte como en un susurro tan cerca y lejos, adivino lo que dirá (lizzita bonita.)


lunes, 4 de junio de 2012




Tu espíritu indeleble ha dejado mi memoria manchada
A pesar de tanto luchar es tu recuerdo el que llega primero
Incondicional me hace saber que todavía te espero  



Ya no habrá más suspiros al aire después de escucharte cantar, ni más sonrisas frente a la pantalla del ordenador. 

Ya no habrá risas entrelazadas, se terminaron los melodiosos silbidos facilitando la timidez.


Ya no me iré a la cama sin antes mirar un  
“No te vayas”  “Quédate un poco más”.


Y al día siguiente ya no podré releer cientos de veces nuestras inagotables conversaciones. 


Ya no podré ilusionarme con tus sueños. 

Todo eso, hace ya muchísimo tiempo que se quedó atrás, al igual que los chistes malos, pero que reía por tu manera de contarlos. 





Pero… Se me sigue dando por leer nicks tuyos, frases sueltas que te gustaba poner, a veces parece que el tiempo ha retrocedido y que sigues pasando las noches conmigo, parece que nada ha pasado, que todo es posible, que me sueltas un “te extrañe” que me sigues contando tus cosas, y que me sigues diciendo “te cantare.”

 




Al final siempre seguirás siendo tú y solo tú.

Por más que me quiera engañar, el vacío sigue 

estando ahí.