Me
pregunté cuánto podría tardar en caer la próxima estrella fugaz en el momento
justo en el que la Línea verde despegaba, como si de un cohete se tratara,
rumbo a la Luna. Y en ese lapso breve, en esa duda repelente, en ese adiós o
hasta siempre… Aún deseo ver una respuesta clara al otro lado del cristal: una
señal, una conclusión. Y aquí, ahora mismo, no puedo
cerrar nada. Estoy sola.
Estas noches te espero mirando al sol.
Ya sabes dónde te
espero.